Crisis política en Paraguay: Obispo de Caacupé exhortó a buscar una salida rápida y beneficiosa para el pueblo

POLITICA

El obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, sostuvo esta mañana durante la misa principal realizada a las 07:00 que “un oscuro nubarrón se dibuja peligrosamente en el horizonte de nuestra patria; es el anuncio de algo relevante. Puede ser el inicio de un camino distinto que la gente quiere recorrer con seguridad y garantía, con justicia y paz, ambos valores postergados por ya demasiado tiempo”.

Monseñor Valenzuela dijo durante la homilía en Caacupé que preocupa lo que ese nubarrón pueda significar; sin embargo, todo lo contrario de lo que la ciudadanía reclama hoy con el ejercicio pleno de sus derechos de hacer escuchar su voz frente a los graves hechos de corrupción cometidos en las altas esferas del poder.

Es un momento de gran sensibilidad mundial por el avance de la pandemia. “La gente está preocupada de verdad por su vida y la vida de su familia; está indignada de verdad porque le han robado las esperanzas sus autoridades. No se le puede responder con armas de fuego y menos aún con la muerte”, sentenció.

Monseñor Valenzuela exhortó a encontrar con calma, pero con prisa, la salida que “nos garantice salud con el máximo esfuerzo de nuestra parte y honestidad con eficacia, más el peso de la ley para quienes las infrinjan, cualquiera sea el peso político o la influencia que ostenten”.

Finalmente, realizó una oración pidiendo que Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo su Hijo, el Espíritu Santo y la Virgencita de los Milagros de Caacupé iluminen nuestros corazones y nuestros pasos en estos momentos cruciales que vive nuestro país.

En su sermón, que tuvo como eje temático los Diez Mandamientos, monseñor Ricardo Valenzuela especificó que “vemos lo que sucede en la sociedad cuando se quebrantan sistemáticamente ciertos mandamientos, como el de no matar o de no robar…”.

Luego, acotó que “si nuestras manos chorrean sangre o violencia, si no buscan la justicia y no socorren al oprimido, Dios nos repite también a nosotros, como decía en el Antiguo Testamento el profeta Isaías: ‘Dejen de presentar las ofrendas inútiles; ¡no puedo soportar delito y solemnidades!’”.

Si nuestra vida se desenvuelve entre continuos falsos testimonios, es decir entre mentiras y trampas (corrupción), frente a la sociedad (por ejemplo, no pagar los impuestos), de cara a la ley, con los clientes en el comercio, con los empleados en el trabajo, con los educadores y cuánto más con los enfermos en nuestros hospitales saturados, sin remedios, etc., Dios nos repite: ‘Dejen de presentar ofrendas inútiles; ¡no puedo soportar delitos y solemnidades!’”, fueron algunas de sus expresiones finales.

Fuente: ABC